Tener dinero ahorrado es una gran meta que muchísimas personas deberían hacer en su vida. El ahorro te da la posibilidad de tener no solo un alivio financiero, también de aumentar tus ingresos al ponerlo a trabajar (asociándote con MetaXchange, por ejemplo).

Los propósitos de tener dinero ahorrado pueden ser muchísimos, desde viajar, comprar un automóvil nuevo, inversión o hasta dar un enganche para la compra de una propiedad. Y es justo aquí donde entra la duda de muchísimos. ¿Es mejor poner el dinero a trabajar y rentar un lugar dónde vivir, o bien, hacerse de un bien inmueble a los precios actuales del mercado?

Aquí te dejamos un análisis que considera ambos lados:

Dinero ahorrado para el enganche:

1. Al comprar, estás construyendo equidad en una propiedad con cada pago que haces. Eventualmente, la propiedad puede ser tuya libre de deuda, aunque esto será durante muchos años.
2. Las propiedades tienden a aumentar de valor con el tiempo, lo que significa que podrías beneficiarte de la apreciación de la propiedad a largo plazo. Sin embargo, no todas las propiedades tienen la misma plusvalía. Entre más servicios y mejor localizada esté la propiedad, su valor crecerá.
3. Ser propietario de una casa ofrece una sensación de estabilidad y seguridad, ya que no estás sujeto a decisiones de un arrendador y cambios inesperados de renta. Cada clavo, es tuyo. Sin embargo, considera que esto te atará a vivir en la propiedad por los próximos 15 años mínimo, pues aunque la rentaras, no sacarías suficiente capital para cubrir la renta de un nuevo hogar o bien, los pagos de la hipoteca.

Dinero ahorrado para ponerlo a trabajar:

1. Poner a trabjar el dinero que habrías usado para el enganche puede ofrecerte mayor liquidez y flexibilidad financiera. Tienes la gran ventaja de que el capital es tuyo y tú elegirás el lugar donde deseas vivir cada año o cada temporada, depende de tus gustos.
2. Dependiendo de dónde y cómo pondrás a trabajr tu dinero, podrías obtener mejores retribuciones, en comparación a la plusvalía que te daría comprar una propiedad en precios realmente altos y con tasas de interés que encarecen hasta un 300% su valor al final del crédito.
3. Rentar ofrece más flexibilidad para mudarte sin las complicaciones de vender una propiedad. Esto es valioso si tu situación laboral o personal requiere que seas geográficamente flexible, o bien, si te gusta estar cambiando de “aires” cuando puedes.
4. Este factor es esencial. Como inquilino, no eres responsable del mantenimiento ni de las reparaciones, lo cual puede reducir tus gastos y responsabilidades. Al ser dueño de una propiedad, tienes que tomar en cuenta todos esos gastos que van a surgir del día a día como averías, defectos ocultos o incluso, en un caso extremo, daños provocados por fenómenos naturales como un sismo o huracán.

La decisión final debe basarse en tu situación personal, tus metas financieras a largo plazo, la estabilidad de tu ingreso, la disponibilidad para manejar el mantenimiento de una propiedad, y el mercado inmobiliario actual. Además, debes considerar el entorno económico, las tasas de interés para hipotecas y la rentabilidad esperada de las retribuciones sobre tu capital.

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• Este artículo es educativo y no una sugerencia de inversión.