Estimado asociado,
A diferencia de otros meses, mayo inició con noticias importantes de política monetaria. Recordemos que hace tres años la pandemia ocasionada por el COVID-19 estaba en su momento más álgido, ya que la humanidad se mantenía confinada para tratar de reducir la propagación del virus. El efecto de esta decisión ocasionó una recesión global en el corto plazo y más adelante, la afectación en las cadenas de suministro propició “cuellos de botella” en la producción, que, junto con el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, dispararon la inflación muy por arriba de los niveles establecidos por diversos bancos centrales. Al final, las tasas de interés tuvieron que ser incrementadas para controlar esta situación.
El pasado 3 de mayo, la Reserva Federal (FED) decidió nuevamente subir la tasa de referencia en 25 puntos base para situarla en 5.25% anual, nivel no visto en más de 17 años. Sin embargo, lo verdaderamente relevante es la posibilidad de que el ciclo alcista haya concluido. Los mercados financieros ya han descontado un periodo de estabilidad que permitirá observar el impacto de los 500 puntos base acumulados desde marzo 2022, cuando la tasase ubicaba en 0.25%. Inclusive, algunos especialistas anticipan que la FED implementara recortes hacia finales de año, toda vez que la trayectoria de la inflación continúa mostrando una tendencia descendente.
En el caso de México, la restricción de la liquidez que inició en junio 2021 (casi un año antes que la FED) ha llevado a la tasa de referencia a un máximo histórico de 11.25% anual desde el nivel de 4.0%. De acuerdo con comentarios de la propia Gobernadora del Banco Central, Victoria Rodríguez, cabe la posibilidad de no aumentar la tasa en la reunión del 18 de mayo, lo que pondría fin al ciclo alcista.
Aunque ni tu ni yo podemos asegurar lo que va a pasar, es previsible un cambio en la política monetaria muy pronto. En este sentido, me gustaría que consideres algunas implicaciones cuando las tasas de interés tienden a disminuir: la obtención de crédito estaría más al alcance de empresas y personas, lo que favorecería el crecimiento económico y los proyectos de inversión; a mayor liquidez, es factible el incremento de la inversión en activos de riesgo como las acciones, criptomonedas y otros fondos especializados; además, se esperaría un redireccionamiento de flujos de inversión desde los mercado de deuda hacia otras alternativas. Bajo este contexto, no dejes de analizar las oportunidades de inversión que van a presentarse y recuerda que nosotros podemos guiarte para maximizar tu rendimiento.
Recibe un cordial saludo,

El mayor bien para el mayor número
Este post es informativo y no una sugerencia de inversión.