Near…shoring, palabra compuesta que proviene del inglés “Near” = cerca, y “Shoring” = apuntalamiento, algo así como “apuntalar la cercanía”. Aunque quizá la traducción no sea la más exacta o congruente, el fenómeno del nearshoring que está viviendo México en estos momentos sí lo es… y por mucho.
Sin duda recuerdas que hace poco más de 3 años, empezamos a vivir la pandemia provocada por el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la desastrosa enfermedad COVID – 19 que vino a cambiarnos la vida a tod@s y causó muchas muertes alrededor del mundo.
Pero las afectaciones provocadas por la pandemia no pararon en temas de salud física y mental…También tuvieron repercusiones económicas sumamente complicadas, interrupciones en las cadenas de fabricación y suministro de bienes y servicios a nivel global, lo que a la larga provocaría que muchas empresas internacionales decidieran cambiar su producción a lugares más cercanos a sus principales consumidores. Esta estrategia se conoce precisamente como nearshoring.
Así, muchas industrias se dieron cuenta de que teniendo a sus principales proveedores al otro lado del mundo (en China principalmente), quedaban expuestos por completo a los problemas de logística, tensiones geopolíticas, altos costos de transporte y hasta políticas de salubridad que provocaron desabasto en componentes, falta de mano de obra y paros completos en varias industrias.
Es sabido que México tiene una posición geográfica privilegiada por encontrarnos al lado de Estados Unidos (EU), si a esto agregamos factores como la relación cada vez más complicada entre EU y China; el tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC); la mano de obra calificada, joven y relativamente barata; así como cadenas de suministro adecuadas; podemos decir que México tiene una gran ventaja sobre otros países. Indonesia por ejemplo, también quieren aprovechar el guiño de las grandes transnacionales en búsqueda de eficientar sus procesos de producción.
Y si hacemos números, la realidad es que podríamos aprovechar enormemente la llegada de más inversión extranjera al país. Por ejemplo, el peso mexicano continúa apreciándose gracias a que hay una mayor demanda de la moneda. A la fecha de publicación de este post, estamos en niveles cercanos a $18.00 pesos por dólar, algo no visto desde hace varios años. Otro aspecto destacable es la generación de empleos. La Secretaría de Economía estima que podrían generarse alrededor de 500,000 nuevos puestos de trabajo con remuneraciones acordes con los perfiles profesionales requeridos por las distintas industrias que están expandiéndose a través de la inversión en México.
Instituciones como el Banco Interamericano de Desarrollo, Grupo Santander y Morgan Stanley, estiman que gracias al efecto del nearshoring, las exportaciones mexicanas podrían aumentar en alrededor de $40,000 millones de dólares por año en promedio, cifra que seguramente tendrá un impacto positivo en el crecimiento del producto interno bruto (PIB – suma de bienes y servicios que produce un país en un periodo de tiempo).
Algunos ejemplos destacados de empresas que han optado por invertir en México son:
Fuente: elaboración propia con datos de cada empresa.
Desde luego, para lograr aprovechar todo el potencial con el que se cuenta, tanto gobierno como empresas y la población en general debemos poner nuestra montaña de arena.
Por el lado del gobierno, es de suma importancia que logre establecer puentes y lazos que continúen fomentando la inversión extranjera, garantizar la aplicación de las leyes correspondientes en todos los ámbitos del derecho, implementar estrategias adecuadas para el aprovechamiento de recursos naturales y generación de energía eléctrica, fomentar la educación técnica y profesional, así como mejorar la seguridad y mantener una adecuada política fiscal y económica.
Por su parte, las empresas contribuirán al mantener el compromiso de inversión, otorgar salarios justos, garantizar la seguridad laboral y fomentar un ambiente de trabajo que permita, tanto el desarrollo creativo (para lo cual en México nos pintamos sol@s) como la generación de utilidades.
Además, las personas debemos cumplir con nuestro papel, preparándonos adecuadamente, siendo responsables y éticos (dentro y fuera del trabajo), creando y administrando empresas comprometidas con su entorno, además de todo el esfuerzo y dedicación que implica el capitalizar las oportunidades que se nos presentan.
Sin duda, hay mucho trabajo por hacer para aprovechar esta coyuntura favorable que se le presenta hoy a México. Mientras ponemos manos a la obra para desarrollar todas esas actividades, deseamos que este post haya sido de tu interés y nos leemos a la próxima.
«Este post es educativo y no una sugerencia de inversión».